5 de setembre del 2005

Sobre el libre albedrío






(Publiqué esto en el Pabellón de Reposo, pero me ha parecido que ligeramente adaptado vale también para este blog).


En una entrevista que le hace Arcadi Espada al biólogo Ginés Morata, dice este hacía el final de la misma:


"El genetista Herbert Stern decía que no somos moralmente autónomos. Lo que pasa es que aunque algunos miembros de la sociedad lo comprendan, una sociedad donde nadie es moralmente responsable no sobreviviría. O sea, lo que él llamó fraude piadoso: a pesar de que no es justo que a alguien se le castigue por sus actos, la supervivencia de la sociedad obliga a ello."


Y añadía que de estas cosas no se puede hablar en voz alta. ¿Por qué?: porque es materia sensible; decir que nuestra mente está determinada por la naturaleza levanta ampollas. Sin embargo todo el mundo entiende y acepta que lo están nuestros cuerpos, pero parecería como si la mente no residiera en el cuerpo. O, más genéricamente, como si las leyes de la genética que rigen para todas las especies animales no debieran regir para el homo sapiens.

La razón que mueve a escándalo es que esta perspectiva que nos descubre la genética parece amenazar uno de los pilares sobre los que se asienta la cultura occidental: la idea de libre albedrío. Es decir, la autonomía y la responsabilidad moral. En el mundo deja de haber buenos y malos para haber agraciados y desagraciados. De entrada no digo que ello no deba ser motivo de preocupación y hasta, según para quién, de consternación, pero lo que no se puede hacer en ningún caso es rechazar o aceptar los datos empíricos en función de que sean más o menos de nuestro agrado, o de que se avengan más o menos con nuestros prejuicios. Otra cosa será que estas teorías se confirmen o refuten en mayor o menor medida, o que lleguen, o no, a quedar establecidas algún día, cosa que desconozco en absoluto. Lo que, insisto, no debe hacerse nunca es utilizar la ciencia para pretender demostrar o refutar convicciones éticas, morales o religiosas. (Caso paradigmático: la existencia de Dios).

Pero volvamos al tema. Hace poco el biólogo Javier Sampedro, apoyándose en el prestigioso científico Steven Pinker, publicó unos artículos en los que venía a decir que los rasgos psicológicos de los individuos tienen una componente genética de aproximadamente el 50%, y que el restante 50% se debe al azar. En este caso azar significa, según explica el propio Pinker, factores que pueden concurrir de forma aleatoria durante la formación o desarrollo del cerebro:


"random differences in prenatal blood supply and exposure to toxins, pathogens, hormones, and antibodies; random differences in the growth or adhesion of axons in the developing brain; random events in experience; random differences in how a stochastically functioning brain reacts to the same events in experience."

¿Cual es en definitiva la conclusión según estos dos -y bastantes más- biólogos?. Bastante desalentadora para los ambientalistas: la mala noticia es que la mitad de nuestro yo viene determinado por los genes, la noticia peor es que la otra mitad es fruto del azar. No me pregunten que por qué esta es una mala noticia, pero el caso es que, a juzgar por el mal humor con que se lo toman algunos debe de serlo.

Ahora bien, ¿qué significa exactamente esto desde el punto de vista del libre albedrío?; ¿seríamos más libres si se demostrara que el cerebro es totalmente plástico y maleable?. No lo creo, el concepto de libre albedrío es más escurridizo de lo que parece. ¿Qué significa ser moralmente autónomos?. Suponiendo que pudieramos elegir, ¿a partir de qué criterios primordiales elegiríamos?, ¿quién o qué sería el causante de introducir estos criterios en nuestra tabula rasa?. ¿Quién ha elegido nacer en Suiza o en Guinea-Bissau, pobre o rico, moro o cristiano, extrovertido o introvertido, inteligente o torpe, diligente o perezoso...?. ¿Realmente hacía falta que los científicos nos mostraran cómo es la naturaleza humana, para que nuestros moralistas de guardarropía y pseudoprogres se escandalizaran y rasgaran las vestiduras?.

Decía que el libre albedrío es un concepto escurridizo, y ciertamente lo es. Es conocida la cita de Pierre Simon de Laplace:


"Deberíamos considerar el presente estado del Universo como el efecto de su estado anterior, y la causa del que le seguirá(...). Una inteligencia que conociera en un momento dado todas las fuerzas que actúan en la Naturaleza y la situación de los seres de que se compone, que fuera suficientemente vasta para someter estos datos al análisis matemático, podría expresar en una sola fórmula los movimientos de los mayores astros y de los menores átomos. Nada sería incierto para ella, y tanto el futuro como el pasado estarían presentes ante su mirada"


A pesar de los postulados de la mecánica cuántica, hay quién todavía sostiene al pie de la letra la visión laplaciana: no hay efectos incausados, y la cadena de causas y efectos determina de forma rígida la historia del universo, hasta sus más pequeños átomos, como dice Laplace -lo cual incluye nuestras neuronas y nuestros genes- hacia adelante y hacia atrás en el tiempo. (LLevado al absurdo: cuando se produjo el Big Bang ya quedó establecido que yo ahora les estaría dando la paliza con este tostón). Pues bien, pongámonos en el peor de los casos posibles, que no podría ser otro que ese mundo mecanicista de Laplace. El mundo es un teatro de marionetas mecánicas al que Dios echó una moneda y se puso a andar según un programa inamovible. ¿Cómo cabría interpretar esto desde el punto de vista del libre albedrío?. Mi interpretación es que esta supuesta realidad subyacente no alteraría en absoluto nuestro noción de libre albedrío. Veamos si me sé explicar.

Cambiemos la metáfora del teatro de marionetas por una película. Podemos darle a la moviola atrás y adelante y las escenas se repiten siempre de la misma forma. ¿Pero los personajes de la película son conscientes de este hecho?. Evidentemente no: por más veces que se pase "Casablanca", Rick siempre se queda con cara de tonto en el estribo del tren, Ilsa llega al aeropuerto creyendo que engaña a Victor Laszlo, a Strasser le matan cada vez sin que la experiencia le sirva de nada y la amistad entre Rick y Renault empieza siempre de cero. El guionista, que está en una meta-realidad, sabe que no somos autónomos, pero nosotros no. Yo he decidido libremente empezar a escribir este post y las ideas que expongo las he desarrollado de forma autónoma, en base a mi experiencia, mis lecturas -que yo he elegido- mis razonamientos, etc. Si miro para atrás veo unos acontecimientos y pienso que, de alguna forma, me han determinado, sea la genética. el azar, o el ambiente -¡qué más me da!-. Pero a a partir de estos condicionantes creo ser dueño de mis decisiones, creo ser moralmente responsable y autónomo, por tanto soy libre.

Pero si a pesar de creerme libre, resulta que en realidad soy un psicópata y mañana violo y estrangulo a una vieja, deberán encerrarme y castigarme de acuerdo con lo que establezca el código penal y dictamine el juez después de oír al médico forense. ¿Hay una contradicción en ello?. En mi opinión no, el fraude piadoso, del que habla nuestro biólogo, se produce en un plano abstracto; quizá le importe al guionista o al espectador, pero no a mí, que en tanto que personaje de la obra permanezco absolutamente ajeno a esa meta-realidad.

9 comentaris:

  1. Tantas veces hemos hablado de esto. Es un tema siempre recurrente, un asunto delicado para algunas mentes con intenciones de trascendentalidad.
    Imponentemente expuesto.

    M.

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  2. Ayer me pasó una cosa tonta, y me acordé de ti y de este post.
    Iba hacia Bilbao en el coche, con los perros, y empezó a llover de tal manera que todos tuvimos que parar, una larga fila de coches arrimándose a la cuneta y quietos, porque literalmente no se veía nada.
    El ruido del agua en el parabrisas era rotundo, pero tranquilizador.
    Eso fué lo que me hizo dar vueltas a todo (podía haber echado una cabezadita, ya ves...).
    Estaba allí y esto ya me había pasado alguna vez, en alguna vida...y me tranquilizaba ese sonido conocido y no me importaba nada. Nada.
    Ya sabes que me gusta conducir, pero tal vez no sepas que como más me gusta es viajando sola. Y dándole vueltas a ese placer en la soledad y a mi recuerdo/regresión tranquilizador por la lluvia di en pensar (que lugar mejor) que esa sensación pertenecía a alguna de mis vidas, de las vidas que yo había vivido, creado, sucesivamente. Y ahora en esta otra todo tenía su razón de ser.
    Creo que efectivamente somos genética, es decir, que no hay más cera que la que arde, pero creo con la seguridad que me da el empirismo que somos finalmente lo que queremos ser.
    Y esto se ve mucho en esto de los blogos. Se ven mentes soñadoras, imaginadoras de vidas...que por medio de la literatura, cuando está escrito, consiguen que su vida obtenga los brillos, la intensidad que en directo no consiguen. La vida en cambio tiene eso, es así de "realista", si no hay brillo, no luce, así de claro. (pondría aquí un monicaco con sonrisa llena de piños y cara de malo).
    Tu, querido queridísimo, que sabes bien lo que es vivir estando vivo entenderás bien a lo que me refiero. La diferencia es abismal. La que hay entre la memoria y la imaginación.

    Intenté hacer memoria de mis vidas, de cuantas, por empezar por algo, y no podía hacer recuento. Pensé que tal vez irían asociadas a parejas (estables o semovientes) pero tampoco, hice recuento por casas...tampoco, por ciudades o trabajos...menos. Y me di cuenta de que mi facultad avefenix estaba tan desarrollada que necesitaría un cuadernillo para poder poner algo de orden en las metempsicosis.
    Como comprenderás no voy a hacer nada de eso, igual un día en un pampurrio nocturno pasada de Lambrusco (que ya hace falta pasarse para que haga efecto) me sirve alguna de ellas, de mis vidas, como anécdota de abuela Cebolleta para hacer unas risas.
    Y volviendo al tema inicial. La necesidad de tracendentalización es inversamente proporcional a la capacidad de asunción de la realidad.
    Como ejemplo está la literatura mundial (del mundo). Señor repocho y ñoño que no sale de su círculo de amigos y su vida rutinaria:escritor de libros de viajes.
    Señora medio chales casada y cursi: escritora de libros de amores y pasiones.
    Señor con vida apasionante llena de aventuras: un becario le escribe una biografía.
    Señora con vida apasionante llena de emociones y amantes. Procura que nadie comente nada...o bien otro becario de letras le escribe una biografía cuando está muerta, claro.

    Y volviendo ahora al punto inicial.
    Está claro que viene ya el otoño. Y en alguna vida esta época me ha gustado mucho, porque debía estar asociada a un volver a empezar...curso, estudios, planes...
    Ayer me di cuenta de que en el defintivo carpe diem ya ni las estaciones importan.(y tu esto lo entenderás mejor aún).Es ya el momento del momento, del día. Y el placer adquiere una dimensión poliédrica mcuho más gratificante, y el dolor es ya tan banal, fútil y efímero que hasta se añora.

    Un beso, Linus amantísimo.

    M.

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  3. Oye, que venía a pegarte una dire (que ahora resulta que no he copiado) de Danielle Steel para ilustrar mi elucubre y que me he dado cuenta de que tienes el horario del blogo hecho cisco, que son las doce, y pone un colmo...pero el colmo de los colmos es que pone que el anterior lo mandúve a la siete (7) de la madrugada. Y yo a esa hora sólo me he levantado alguna vez para tomar un avión...y contra mi voluntad. (jojojojojojo)

    Rebeso.

    M.

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  4. Mi querida lectora,

    Pues resulta que el blog tenía la hora de Los Angeles, o algo así. Cuando lo puse en marcha lo acepté casi todo tal como venía por defecto, y así quedó. A ver si poco a poco lo voy refinando y, entre otras cosas, le pongo un nombre más amigable.

    No estoy tan seguro como presupones de conocer la diferencia entre la vida vivida y la vida soñada, o entre la memoria y la imaginación. Mi verso favorito, que quiero incorporar también en algún rincón del blog a modo de lema, pertenece al poema Ash Wednesday de T.S.Eliot:

    Because I know that time is always time
    And place is always and only place
    and what is actual is actual only for one time
    And only for one place


    El fenómeno de los blogs (y de los foros de internet en general) me provoca también más de una divagación; millones de mensajes que se cruzan en el aire sin que se sepa exactamente por qué, ni a quién, se escriben. Este debe de ser también un instinto primario (que los biólogos todavía no han explicado en términos de adaptabilidad al entorno): contarle tu vida al primero que se te ponga por delante. Y si no se pone nadie, lanzar el mensaje a las ondas del hiperespacio...

    Cambiando de registro. Hoy, escuchando el nuevo programa de radio de Àngels Barceló, nos descojonábamos de risa Rosa y yo. Resulta que uno de los ingredientes del nuevo programa consiste en tres mochales anónimos que cuentan sus neuras a quien quiera oírlas. Cuando Àngels les ha pedido que formulasen buenos propósitos para la semana próxima, una de ellas ha dicho: "me propongo dejar de enviarle SMSs al hijo-puta-cabrón de mi ex".

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  5. Bueno, es que hay un momento en que te puedes armar un taco y no saber si es memoria o imaginación.
    Un suponer. Yo tenía un tío anarquista del que por lo visto he heredado mi sentido del humor. Pues bien, recuerdo con claridad meridiana que nunca le soporté, y resulta que según me cuentan era un tío estupendo. Y por otra parte recuerdo con afecto y veneración a mi tío derechoso, que por lo visto también era majo, pero en comparación no tenían ni color en mi memoria...o tal vez en mi imaginación?.
    Lo que sí que sé es que los dos existieron, eso sí.
    Acabo de volver de comprar cosas y he visto a Ramona (la fierona que vende flores aquí debajo, ya sabes) con un pañuelo en la cabeza que venía de la quimio. Y me he quedado muda. Sólo la he dado un beso y le he preguntado a ver cuando traen los bulbos de narcisos trompeta.
    Una mierda de habladora que soy, que puedo estar cascando y mira tu que me quedo muda.
    Pues eso que cuentas de la radio es una especie de blog de las ondas, no?. Je je Rosa, se habrá quedado de queso, menos mal que no nos lee y vive ajena a estas chaladuras.
    Oyes, que está mu bien el blog así, que está curioso (que es una cosa que me decía de pequeña mi tía, eso de poner mi cuarto curioso, ya que arreglado lo daba por imposble).
    Está curioso y aseado y tranquilizador. Que quitando lo del reloj todo está bien. Yo tenía muchos blogos en las dires, pero he ido quitando casi todos. Unos porque eran de gentes agotadoras (como los de la radio) otros porque eran de un plasta amanuense para lo que ya perdí la paciencia, otros por tirria (a sus ideas o sus estupideces) pero los primeros que me pelé fué por tener "prestaciones". Oseas, musiquita, muñegotes, relojitos, muchicosas...lapusdelgrano!

    Voy a ver si me como unas necorillas que acabo de poncar y me echo una siestorra, que hoy tenemos cena con Adela y Felix y Alicia, que Inés ha aprobado piano (grado medio) tras un verano dándole clases entre la Adela y yo y estamos de celebreision. BIBA!!!!
    Beso gordo, luego le llamo a la Rosa para hacer risas deso, jojojojojo.

    M.

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  6. "a pesar de que no es justo que a alguien se le castigue por sus actos, la supervivencia de la sociedad obliga a ello"

    No estoy de acuerdo. Castigar los actos que dañan conscientemente a terceros es totalmente justo.

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  7. Don Brian.
    ¿Le ha dado vueltas al Estatut?
    Quiero decir, ¿ha analizado qué es lo que ha hecho de ese asunto un problema?

    Por más que me estrujo el majin sólo veo que el sistema democrático en el que vivimos sigue su curso procedimental tranquilamente.

    ¿Acaso el problema es que hay derechos que sólo pueden ser "argumentados" a punta de pistola o logrados por medio de la sangre?

    Ande, glósme un poco su visual...que le echo en faltas...muchas...

    M.

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  8. ¿Y usted nunca más va a escribir aquí? Si se lo digo es porque lo sentiría.

    Un saludo.

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  9. Hola, Brian. Aunque no me has hecho caso y sigues sin escribir, yo sigo pasando por aquí de vez en cuando.
    Pero hoy vengo porque, al ver que alguien había entrado en mi blog desde vuestro foro, he ido a mirar y he leído tu comentario sobre lo que yo digo. Y me preguntaba si querrías que te invitase a algo...

    En serio, no sabes lo reconfortante que ha sido, después de la discusión con Ignacio (y el posterior enfado mío), saber que alguien cuya opinión, por lo que de ti he visto, me merece respeto, coincidía –y tanto, según tú mismo- conmigo. Me ha sentado muy bien.

    Un abrazo, y gracias por tus palabras.

    ¡Y escribe, coño!

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