29 d’abril del 2008

El biocumbustible y la crisis de los cereales

¿Qué les parece (si es que les parece algo) el asunto de la escasez de cereales?. ¿Consideran razonable que la UE insista en mantener el objetivo del 10% de biocombustibles para 2020?. ¿Creen que el aumento de los precios es solo fruto de la especulación, sin una base real de la disminución de los graneros?. ¿Puede producirse una oscilación desestabilizadora, de graves consecuencias, por mor de un acceso demasiado brusco de grandes masas de población de la India y la China, entre otros países, a niveles de consumo próximos a los occidentales?. ¿Los gobiernos occidentales deberían dejar de intervenir, con regulaciones, subvenciones y protecciones más o menos encubiertas, para que los costes reales se trasladen a la producción?.

Todas estas preguntas me las planteaba yo a bocajarro, y tal como las pensaba y las escribía, sin una idea muy precisa de los datos y las cifras pero con la sensación de que el tiempo para actuar se acaba. Hace algo más de un año escribía en este mismo blog una entrada titulada Candela... ¿hasta cuando? en la que recogía una palabras del economista Serge Latouche acerca del agotamiento de los recursos de la Tierra. Reproduzco de nuevo lo más significativo:

"--El planeta tiene 51.000 millones de hectáreas, de las que 12.000 millones son bioproductivas. De ellas dependemos todos los habitantes del planeta. El actual nivel de vida de los españoles: necesita 4,5 hectáreas por persona/año para sostenerse. Si todos los habitantes del planeta quisieran vivir como los españoles harían falta dos planetas y medio; para vivir como los franceses, 3 planetas; y para vivir como los estadounidenses 6 planetas."
Ignoro si las cifras y los ratios de Latouche son exactas, pero aun en el caso de que, sin serlo, expresen correctamente las tendencias, sería suficiente como para estar seriamente preocupados. Volviendo a la crisis de ahora mismo, POUL KRUGMAN, en un artículo del NY Times del pasado día 7, identifica tres factores desencadenates que considera imponderables:
  • La marcha de los chinos hacia el consumo de carne: se necesitan 700 calorías de pienso animal para producir 100 calorías de buey. Luego, los chinos se acercan al número de Ha/persona/año que nos advertía Latouche.
  • El precio del petróleo. Se pretende amortiguar mediante el biocombustible, pero ello sólo va en decremento de l stock de cereales, aumentando su escasez, incrementando su precio y, para colmo, sin que, de acuerdo con los científicos, suponga ningún alivio para las emisiones de CO2.
  • El clima adverso en áreas vitales de producción. Particularmente en Australia, segundo exportador de trigo, que ha sufrido una sequía épica.
A dichos factores imponderables añade otros de mala política:

  • La invasión del Irak, que debía abaratar el petróleo y lo encareció
  • La sequía de Australia puede deberse al cambio climático, en que -parece- algo tiene que ver la acción del hombre.
  • La conversión subsidiada de las cosechas en combustible se suponía debían mejorar la independencia del petróleo y limitar el efecto invernadero, pero ha sido un fracaso: de acuerdo con Time Magazine han disparado la crisis alimentaria y su rendimiento energético y de CO2 es ruinoso.
ROGER COHEN, también en un artículo del NY Times del pasado día 24, sin discrepar en el fondo de Krugman, tiene una visión más economicista. Considera que el factor principal reside en el accesos de cientos de millones de asiáticos a un régimen alimenticio de dos comidas al día en lugar de una y hábitos de consumo que tienden a asimilarse a los occidentales, y le da una importancia menor a la desviación de una parte de las cosechas al biocombustibles, que considera poco relevante en relación a la magnitud del problema. En resumen cree que el fiasco mayor tiene su origen en el proteccionismo del mundo desarrollado y sus subsidios al biocombustible, no en la idea del biocombustibles en sí, que le parece una buena idea.

1 comentari:

  1. Brian: El problema de la alimentación se está complicando por momentos, mientras millones de personas buscan qué comer, otros millones sólo piensan en adelgazar de sus excesos. Honestamente no le veo solución.

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